Para destacar la importancia que tiene el cuerpo sobre el
pensamiento, y con ello los procesos cognitivos implicados en la adquisición de
aprendizajes, Klemmer, Hartmann y Takayama (2006) presentan cinco temas para el
diseño de sistemas de interacción:
En el primero de estos temas argumentan que tanto el
pensamiento (vinculado directamente a la mente) como la acción (vinculada al
cuerpo), guardan una estrecha relación en el desarrollo de los procesos
cognitivos. El pensamiento a través de la acción implica la construcción de
aprendizajes mediante el desempeño de diversas tareas, en dónde la acción
epistémica conlleva una conexión con el trabajo cognitivo. Muchos aprendizajes
se dan a través de la manipulación de objetos, a través de los cuales el
individuo construye nuevos esquemas mentales, contribuyendo al desarrollo de
habilidades, y a un aprendizaje significativo, pues es capaz de reutilizar y
modificar dichos esquemas, para adaptarlos a nuevas situaciones.
El segundo tema, centrado en la ejecución de diversas
tareas físicas, contempla la manera como a través de las manos el individuo es
capaz de percibir información de entrada, así como realizar una acción de
salida, apoyándose de la memoria motora para detectar, almacenar y recuperar el
esfuerzo propio, y así poder desarrollar habilidades, en donde el tiempo juega
un papel importante, pues aunque el pensamiento reflexivo suele ser lento, en
determinadas tareas requiere la rapidez en la toma de decisiones y la ejecución
de acciones, que aunque suelen ser consideradas como reflejos, son en mayor
medida ejemplos de habilidades extendidas.
El tercer tema es la visibilidad, el cual hace alusión a
las herramientas que el individuo posee a su alcance para desempeñar diversas
tareas, y así generar aprendizajes. Este contempla el aprendizaje situado, es
decir, aquel dado por la interacción dentro del contexto, en donde la
participación en comunidades de práctica propicia la coordinación, así como la
tangibilidad, que es la aceptación de aquello que es evidente.
El cuarto tema es el riesgo, en donde Klemmer, Hartmann y
Takayama (2006) contemplan la incertidumbre y vulnerabilidad que el individuo
percibe sobre el desarrollo de los sistemas de interacción. Con ello se
desarrollan tres aspectos fundamentales propiciados por los riesgos latentes
del avance tecnológico: el primero de ellos es el compromiso por mitigar las
amenazas, promoviendo y generando confianza al respecto; el segundo se enfoca
en la responsabilidad que se tiene en el diseño, contribuyendo a mejorar la
toma de decisiones tomando en cuenta el conocimiento que se tiene sobre sus implicaciones
y; finalmente se contempla como a mayor riesgo, mayor atención en los detalles.
El último tema corresponde a la práctica a profundidad,
en donde se aborda el uso reflexivo que se hace sobre las herramientas tecnológicas.
Al respecto se menciona que esta proporciona nuevas funcionalidades para
desempeñar tareas, o bien, contribuye a hacer mejores y más eficientes las anteriormente
existentes. Su diseño es reflejo del intelecto humano, pues contempla sus
necesidades más latentes, enfocando a ellas su desarrollo.
Fuentes:
Klemmer, S., Hartmann, B. & Takayama, L. (2006). How bodies matter: Five themes for interaction design.
DIS, June 26-28.